viernes, 17 de agosto de 2012

Escapada a Londres 3: sobre como falsificamos el interrail


Debido al poco caso que nos hicieron con los interrailes y que, se supone que lo tienes que poner tú mismo a bolígrafo, se nos ocurrió reutilizar el interrail del día once. ¿Cómo? Maquillándolo un poco y poniéndole un doce.

Evidentemente, tenía que pasó lo que tenía que pasar. Una de las mujeres que revisaban los tickets, apenas cogerlo, me dijo que era falso.
-Que no.
-Que sí.
-Que aquí pone un once debajo del doce.
(...)

Lo cierto es que por la mañana no estuve muy inspirado en la falsificación de mi interrail y se veía que debajo había un uno como un castillo.

Por suerte, antes de ir al tren, un señor en información nos había puesto un sello donde ponía "Euston 12 August". En su momento estuve a punto de matarlo, pero en ese lugar le iba a hacer un monumento.

Total, al final me las arreglé para convencerla que el anterior revisor se había equivocado y que de ahí el sello. No preguntéis como, pero se lo creyó.

Resultado: un viaje más de interrail :)


Escapada a Londres 2: 11 y 12 de agosto


Cuando mi hermana llegó el viernes  de las clases, se nos planteó otro dilema: salimos esta tarde, para llegar a las once y pico y dormir en casa de Inés o salir de madrugada y ver Londres del tirón haciendo una sola parada en casa de Inés. Escogimos la segunda y la verdad que nos fue bastante bien.
Con la ayuda de Alberto, me tiré toda la tarde elaborando el recorrido a hacer, con el fin de perder el mínimo tiempo posible.
Salimos dirección Londres a las cuatro y media de la mañana. El tren tardaba unas cuatro horas largas, por lo que llegamos sobre las nueve y veinte a la estación de Euston. Lo primero era lo primero: averiguar como ir a Letchworth (pueblo donde está viviendo Inés) y como volver al día siguiente a Glasgow. Hecho esto, compramos unos billetes de metro para todo el día, que lo cierto es que resultaron totalmente útiles.
La ruta que planee que y hicimos fue la siguiente:
- Museo de Historia Natural: impresionante. Ya no hablo solo de lo que contiene, esqueletos a mogollón, meteoritos, ... Si no también su tamaño. Enorme. España debería aprender mucho de esto, la entrada a la mayoría de los museos es  gratuita.



- Buckingham Palace: bueno, no estuvo mal. Realmente fue un paseo. Aprovechamos y vimos la prueba de marcha olímpica que pasaba por allí.



- Museo Británico: otro enorme. Pero de este destaco la Piedra Roseta y las momias. Me hizo verdadera ilusión poder ver la original de la primera.



- Torre y Puente de Londres: agotados, siendo la hora de comer y siendo la entrada veinte libras en cada sitio ... Nos conformamos con unas fotos desde fuera. Aunque, sinceramente, me hubiera gustado entrar a ver las joyas de la corona y demás.




- London Eye: curioso que para subir a una noria tengas que sacar entrada por adelantado y que cueste otras veinte libras la entrada más barata. Pues nada, otro vistazo desde abajo y a seguir.




- Westminster Abbey y Big Ben: no llegamos ya a tiempo para poder ver la abadía por dentro, lástima. Fotitos y a seguir.






- Piccadilly Circus: esta parada la metimos de forma improvisada ya que en su lugar iba Oxford Street. Lo cierto es que la calle de Oxford es muy larga y solo tiene tiendas famosas. Pensé que nos haría más ilusión esta. Y vaya si lo hizo: "Cool Britain", "m&m", ... Genial calle.




- Trafalgar Square: fue un fallo pensar que estaría bien iluminada. No pudimos apreciar todo lo que se merece esta famosa plaza. Aún así, pudimos ver también allí el famoso reloj que llevaba la cuenta atrás para el final de los Juegos Olímpicos y el que llevaba la cuenta atrás para el inicio de las Juegos Paralímpicos.





- King´s Cross Station: no podía irme de Londres sin ver la famosa estación de King´s Cross y su andén 9 y 3/4 (para aquellos que no lo sepan, es la parada donde Harry Potter coge el tren a Hogwarts). Decepción enorme. Pero por lo menos tienen el detalle. Además, aprovechamos y cogimos allí el tren a Lechtworth



- Noche en Letchworth: entre pitos y flautas, unas seis horas de sueño.

- Vuelta a Londres.

- Harrods: después de escuchar a mi profesora de inglés durante años, no podía irme sin entrar allí. Solo lo puedo definir como MÁGICO. La planta de los juguetes, sublime. Realmente te dan ganas de comer un carro y llevártelo todo.





- St. Paul: Abadía y plaza. Demasiado cansados ya después de todo el fin de semana que llevábamos para poder apreciar la belleza de la abadía.




- Maratón: resulta que la maratón pasaba alrededor de St. Paul y pudimos ver a los tres primeros, después entramos en la abadía, y al último.




- Vuelta a Euston y tren para Glasgow.





Escapada a Londres 1: La odisea del Interrail


Preparar el viaje a la capital inglesa se las trajo. . .
Para empezar, necesitábamos el InterRail One Country Pass para Reino Unido. Con él, se puede viajar en todos los trenes de cercanías, media o larga distancia según los días que hayas contratado.  El nuestro, tres días de viaje en un mes, nos salió por ciento cuarenta euros (cada uno). Sí, es una pasta, pero lo cierto es que nos ha salido genial. Solamente la ida de Glasgow a Londres sale ya por ciento sesenta y cinco libras, a lo que habría que añadir la vuelta. Además está la ventaja de que no se limita a un solo tren, sino que puedes coger todos los que quieras en el mismo día.
El plan era salir el día diez u once para Londres, hacer una o dos noches por allí, y volver el domingo. Claro, ese era el plan inicial.
Los interrailes tenían que haber llegado el día nueve (o antes, dato importante) por correo. ¿Llegaron? Ojalá. Llamo al número de información. No existe. Me acababan de arreglar el viaje a Londres vaya. Nos acostamos el día sabiendo que el día siguiente lo pasábamos en Glasgow.
Cosas del destino, que el viernes, voy a salir a correr y, preparándome, llega el cartero y echa una carta. Si os digo que casi no llegó a caer al suelo no os engañaría. Nada más cogerla ya vi que no iban a ser mis ansiados interrailes, pero la carta venía a mi nombre. Era de "dhl", empresa de reparto. Habían estado el día seis en el piso y no habíamos estado ninguno (Ouch). Pero había un número de teléfono. ¿Si llamaba me los traerían? No perdía nada por intentarlo.
Una vez más, Glasgow estaba en nuestra contra (realmente no sé que habremos hecho, pero tiene telita la ciudad). El próximo reparto era el viernes siguiente. Miro la hora. Las once. ¿Y si me acerco yo mismo a por los pases? Venga que voy. Salgo a la calle, paro un taxi y me meto. Le doy la dirección.
- Are u sure?
- Yes
- It is out of Glasgow
- Well, I don´t mind.
Y tan afuera. A cincuenta minutos en coche. Menos mal que el taxímetro corría poco (conforme al tiempo, porque las veintipico libras no se las quitó nadie). Cuando por fin llego, el sitio se trataba de un polígono abandonado de la mano de Dios. Me pregunta el taxista que si me espera. Un mojón, ¿así me terminas de sangrar no? Hala, a volar.
Llega lo resultó más fácil: recuperar mi carta. ¿He comentado lo amabilísima que es la gente en Escocia? Nada más verte pinta de extranjero, te ayudan muchísimo. En apenas dos minutos me trajeron dos muchachas mi carta.
Total, más feliz que una perdiz, me dispongo a salir. Miro a un lado y a otro y solo veo polígono. Vuelvo adentro y pregunto como salir de allí. Dicen que si no he ido con coche, difícil (Glub). Pero que a quince minutos hay una parada de bus que me lleva a un pueblo cercano y desde allí puedo coger otro a Glasgow. O que me pueden llamar a un taxi.
Inocente de mí. Con toda mi alegría por tener los pases en la mano decido lanzarme a la aventura.
A modo de conclusión diré que una hora después estaba tres pueblos en dirección contraria a la mía; que vi un bus  para Glasgow y eché a correr como un loco detrás de él y el conductor se apiadó, paró en mitad de la carretera y me dejo subir. Para las cuatro estaba en casa, a pesar del mal rato que me llevé al no tener ni idea de donde estaba.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Primeros días solos

Como Ana se tiene que ir a descubrir "tazas" en algún lugar perdido cerca de Perk, nos quedamos tres semanas solos en su piso. Las apuestan andan ahora mismo sobre el 89% de votos de que nos matamos, todo se verá.
De momento primeras comidas hechas (con alarma de incendios sonando), primeras compras en el super y primeros días de academia. Además hace un tiempo magnífico, Glasgow es genial.






lunes, 6 de agosto de 2012

Primer fin de semana en Glasgow

Bueno, como podéis imaginar, tras las emociones del primer día, es difícil superar lo ocurrido.
A partir de entonces más o menos todo normal. Exceptuando:
- Teníamos una cama y un techo donde dormir, tras tan solo una noche fuera, valoro mucho mucho mucho más el piso de Ana. (muy acogedor, por cierto).
- Glasgow, precioso. Tanto la zona universitaria como el centro, sitios de donde Ana nos facilitó muchísima información. Por ejemplo, la segunda peli de Harry Potter se rodó en parte en la universidad de aquí. Lo cierto es que es un gustazo pasear por ella.
- Starbucks, Grebbs and Subways. Cada tres pasos te encuentras uno de ellos, si no todos la vez.
- Grandes los del "pop" de abajo, "The Captain" creo que se llama. Entramos en él y resultó que estaban de reformas y no tenían licencia para vender alcohol, así que ... ¡Nos invitaron a dos rondas!Olé, olé, OLÉ.
- El viernes vimos la tercera entrega de la trilogía de Batman, casi tres horas de película en inglés. Vaya pelotazo.
- Nos llevamos nuestro primer gran chaparrón en Glasgow.

Fotito con Ana :)



El pequeño chaparrón

domingo, 5 de agosto de 2012

Sobre lo calentito del hostal y del gran primer desayuno

Llegamos al hostal, tras el clavazo de taxi, y llamo a la puerta del hostal. Todo esto a las cuatro de la mañana.
Llamo.
Llamo.
Y vuelvo a llamar.
A las cuatro y veinte, seguía llamando.
Frío.
Hambre.
Sueño.
¿De verdad tenía que ser el primer día?
Evidentemente me puse a gritar por allí (allí o dormíamos todos, o nadie).
Sobre las cinco menos diez o así, y después de haber chillado todo lo que sabía en inglés, francés y castellano, una mujer abre una ventana del hostal en el primer piso (¡Salvados!)
-Can you open me the door?
La mujer cierra la ventana lentamente
-Please ... ?
Cierra definitivamente la ventana, echa el seguro y se me queda mirando por ella.
-Hija de ...
Visto el plan de los escoceses, solo me quedaba hacer el tonto para no morir de congelación, como parecía que lo estaba haciendo mi hermana (llevaba dos camisetas y cinco sudaderas encima).
- Eiii, my flight was late, I am cold and hungry and today is my birthday, BUT IT IS NOT MY HAPPY BIRTHDAY, so open me the door please!
Nada, ni con esto me abrían. Llegué hasta a declararme en la calle, pero tampoco.
Total, que visto que esa noche dormíamos en la calle a la fuerza, dejé a mi hermana con las maletas y me dispuse a explorar esta ciudad que tan ingratamente nos había acogido...
Después de un par de vueltas a aquello, pensé que lo mejor era buscar el piso de Ana, que, en teoría quedaba cerca. La calle, la de al lado, el número, nos separaban 300. ¿Broma?Más quisiéramos.
Total que me acerqué hasta donde quedaba el supuesto piso. Vi donde quedaba, regresé y cogimos las maletas y nos fuimos para allá.
Llegando, llamo a mi madre para informarle de la situación. Ana llega sobre las siete y media , dice. Eran las seis y poco. Si hemos sobrevivido hasta ahora, sobrevivimos lo que queda.
Además, en frente encontramos un 24 horas donde compré el desayuno (Chocolate caliente, pan y chocolatinas, que jamón ya llevábamos).


Ya con energías renovadas nos ponemos a hablar en la calle cuando, de repente, el hindú del 24 horas (que a partir de ahora pasarán a ser Apu y su Badulaque), se queda en mitad de la carretera y echa un bulto. Cuando mi hermana y yo nos quedamos mirando, resulta ser una GAVIOTA muerta. Y se vuelve para su Badulaque tan tranquilo.
Increíble.
Como me está quedando muy largo, resumo.
El vuelo de Ana se retrasó, apareció sobre las 10 de la mañana en la cafetería donde estábamos.
Resultó un viaje de unas 14 - 15 horas.

¡Así se empiezan las aventuras!

Os dejo un par de fotos de Glasgow amaneciendo





Día uno: Málaga - Glasgow.


Salimos de casa entre lágrimas e hicimos los embarques de equipaje rutinarios, pasamos los controles de seguridad y, pasados estos, ¡oh, sorpresa! retraso de 2 horas  (que resultaron casi 3) en el vuelo.
Pues vale, cena de príncipes en el Pizza Hut del aeropuerto y a hacer tiempo viendo tiendas. Pero ver tiendas cargados con las mochilas no es igual, así que rápido nos sentamos y nos ponemos a ver "Ocean´s twelve". En ello estamos cuando se nos cruza una pequeña guiri a la que le saco la lengua y me devuelve la burla. Hecho esto y, con toda su cara dura, se sienta a nuestro lado y se empieza a pegar a mí para poder ver la peli. Tras un rato de chapurreos de inglés y risas, se hizo la dueña del portátil ¡Menos mal que antes de  perderla de vista nos dio un abrazo a cada uno!
Total, con el retraso, llegamos a Prestwick (que no a Glasgow) sobre las dos y media de la mañana. Para cuando tuvimos las maletas, preguntamos por trenes, buses y taxis, nos dieron las tres casi. Primera gran cuestión del viaje:
1.- Vamos en taxi, que nos claven unas 70 libras y llegar pronto al hostal.
2-. Vamos en tren, que sale a las cinco y veinte de la mañana, sin saber donde bajarnos y sin saber donde si después tenemos que coger algún tren, bus o metro más ...
Por mucho fresco que hiciese fuera y por muy acogedores que pareciesen los sofás de la estación, nos decidimos por el taxi. Casi cincuenta minutos después llegamos a nuestro hostal esa noche, "West End Backpackers" en Bank Street.
Primera prueba del viaje superada, aunque no sabíamos que no sería la última del día