Cuando mi hermana llegó el viernes de las clases, se nos planteó otro dilema:
salimos esta tarde, para llegar a las once y pico y dormir en casa de Inés o
salir de madrugada y ver Londres del tirón haciendo una sola parada en casa de
Inés. Escogimos la segunda y la verdad que nos fue bastante bien.
Con la ayuda de Alberto, me tiré toda la tarde elaborando el
recorrido a hacer, con el fin de perder el mínimo tiempo posible.
Salimos dirección Londres a las cuatro y media de la mañana.
El tren tardaba unas cuatro horas largas, por lo que llegamos sobre las nueve y
veinte a la estación de Euston. Lo primero era lo primero: averiguar como ir a
Letchworth (pueblo donde está viviendo Inés) y como volver al día siguiente a
Glasgow. Hecho esto, compramos unos billetes de metro para todo el día, que lo
cierto es que resultaron totalmente útiles.
La ruta que planee que y hicimos fue la siguiente:
- Museo de Historia Natural: impresionante. Ya no hablo solo
de lo que contiene, esqueletos a mogollón, meteoritos, ... Si no también su
tamaño. Enorme. España debería aprender mucho de esto, la entrada a la mayoría
de los museos es gratuita.
- Buckingham Palace: bueno, no estuvo mal. Realmente fue un
paseo. Aprovechamos y vimos la prueba de marcha olímpica que pasaba por allí.
- Museo Británico: otro enorme. Pero de este destaco la
Piedra Roseta y las momias. Me hizo verdadera ilusión poder ver la original de
la primera.
- Torre y Puente de Londres: agotados, siendo la hora de
comer y siendo la entrada veinte libras en cada sitio ... Nos conformamos con
unas fotos desde fuera. Aunque, sinceramente, me hubiera gustado entrar a ver
las joyas de la corona y demás.
- London Eye: curioso que para subir a una noria tengas que
sacar entrada por adelantado y que cueste otras veinte libras la entrada más
barata. Pues nada, otro vistazo desde abajo y a seguir.
- Westminster Abbey y Big Ben: no llegamos ya a tiempo para
poder ver la abadía por dentro, lástima. Fotitos y a seguir.
- Piccadilly Circus: esta parada la metimos de forma
improvisada ya que en su lugar iba Oxford Street. Lo cierto es que la calle de
Oxford es muy larga y solo tiene tiendas famosas. Pensé que nos haría más
ilusión esta. Y vaya si lo hizo: "Cool Britain", "m&m",
... Genial calle.
- Trafalgar Square: fue un fallo pensar que estaría bien
iluminada. No pudimos apreciar todo lo que se merece esta famosa plaza. Aún
así, pudimos ver también allí el famoso reloj que llevaba la cuenta atrás para
el final de los Juegos Olímpicos y el que llevaba la cuenta atrás para el
inicio de las Juegos Paralímpicos.
- King´s Cross Station: no podía irme de Londres sin ver la
famosa estación de King´s Cross y su andén 9 y 3/4 (para aquellos que no lo
sepan, es la parada donde Harry Potter coge el tren a Hogwarts). Decepción
enorme. Pero por lo menos tienen el detalle. Además, aprovechamos y cogimos
allí el tren a Lechtworth
- Noche en Letchworth: entre pitos y flautas, unas seis
horas de sueño.
- Vuelta a Londres.
- Harrods: después de escuchar a mi profesora de inglés
durante años, no podía irme sin entrar allí. Solo lo puedo definir como MÁGICO.
La planta de los juguetes, sublime. Realmente te dan ganas de comer un carro y
llevártelo todo.
- St. Paul: Abadía y plaza. Demasiado cansados ya después de
todo el fin de semana que llevábamos para poder apreciar la belleza de la
abadía.
- Maratón: resulta que la maratón pasaba alrededor de St.
Paul y pudimos ver a los tres primeros, después entramos en la abadía, y al
último.
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